FERRI no lo ha tenido nada fácil y estuvo a punto de ser sacrificado en la perrera de Granada. Pero ahora toca disfrutar de su nueva vida.
Está guapísimo y muy formal con su nueva familia en Alemania, después de pasar unos 9 meses en dos residencias diferentes. Está loco de contento (y nosotras también) por el giro que ha dado su vida. Esto ha sido posible gracias a muchas personas: voluntarias de la Asociación Por Patas, educadores de Ds-kan, asociación alemana Pfotenhilfe mit Herz e.V. que tramitó la adopción,, la madrina francesa que pagaba más de la mitad del coste de su residencia...
Gracias a todas/os Ferri ahora tiene un nuevo hogar donde es querido y cuidado.
adoptaporpatas@gmail.com